Nicolás en el patio de la casa del abuelo Fernando.

Una de las principales diferencias de las playas chilenas con las de Bélgica, donde pasó sus primeros meses Canela, es que el sol se acuesta en el oeste.
Es natural orientar la toalla de playa hacia el sol o hacia el mar: es lo mismo! En Blankenbergue era usual ver las toallas orientadas para cualquier parte.
Es casi tan pintoresco como cuando uno nota que las sillas y mesas de terraza en los cafés parisinos están orientadas justamente hacia la calle. Al conversar un café, las miradas van hacia los transeúntes.

Jugando con la arena en Reñaca.


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